Nosotros te lo advertimos hace casi tres años...

Ahora, también las grandes estrellas de la farándula de la República Surrealista de Argentongo han entendido la importancia de nuestro mensaje y se han hecho eco de nuestra desértica prédica, a la que muchos veían con una estúpida sonrisa mientras decían - codeando a sus amigos -: Oia, se le vé el pito al burro!.
A lo mejor quien te dice en una de esas los nuevos lectores -porque a los viejos ya les enfermamos la cabeza hasta que lo asimilaron - de Cámara Gessell le den más bola a Mirta Wons por ser más gorda que nuestra Gorda Gladys, o a Gastón Pauls porque su tratamiento capilar es visiblemente más exitoso que el de Macedonio, o al negro Palomino por ser más ganador con las minitas que Barrufa, o a Raúl Taibo por ser más esquivo que nuestro ruso Goldstein...

domingo, junio 24, 2007

Muy pronto... Otro portento de las letras recuperado en la Calle de los Pájaros de la Suerte

De nuevo otra vez de vuelta, navegando a sotavento las mareas cibernéticas de su sobrecargado BBS, nuestro abnegado psiconauta itálico, Macedonio Strangiatto, nos apistola de la marcha de la literatura continental desenterrando, cual arqueólogo... anche también cual pica pica las escofinadas aventuras de Poncho y Moncho, hermanos separados al nacer: Poncho, quien ingresara a la "ex Tierra de las Oportunidades", en tiempos de la Gran Inundación, a bordo de un tatú carreta por el actual Desierto de Sonora, compone, por estas cosas del destino, cristalina música instrumental a la que nunca le supo poner letra, en su estudio de San Francisco, California. su desconocida contraparte, Moncho, también habita en San Francisco, pero Solano... y en los ratos libres, escasísimos por cierto, que le deja su actividad de Recycling Manager (Capataz de una cuadrilla de cartoneros), derrama gotas de su alma de poeta en la eterna búsqueda de la melodía que les cuadre... El bar de la esquina de los Antiguos Malevos en Pena, fue, por capricho de la suerte, el escenario de su encuentro. La crónica del mismo, y el intrincado laberinto de sucesos que desencadenó nos ocuparán... muy pronto, en Cámara Gessell. Sepan tenernos la vela, o no les vamos a poder leer.

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