A Destiempo ...(tac tic)

Las manecillas de la historia avanzaban casi caricaturescamente.
Cansado de recorrer los intrincados caminos que la relatividad del tiempo propone decidí hacer pie en lo de Roberto allá … cerca del abasto
El devenir de las horas iría dando paso a innumerables frustraciones.
La idea de pasar solo la noche, como tantas otras veces, atormentaba la candidez de mi mirada .
Dejé atrás mi scotch ante el absorto repaso del cantinero
No hice más que acercarme.
De ella solo me interesaban sus senos.
Había algo en ellos que los hacían sentir … deseables
Alzó la vista … sonrió
Disparé una frase que creí certera. Acerca de sus ojos
De vuelta su sonrisa… miró y respondió:
Chanta.

Me quedé pensando . A veces suelo hacerlo de común acuerdo con mi nobleza .
Y es esa nobleza , la de espíritu y alma y … actos la que me invita permanentemente a soltarle la mano a esa hija enana de la inteligencia llamada viveza
Viveza que impone su frivolidad arrasando con todo aquello que encuentre incluso hasta con los últimos bastiones de la discreción y que tiene a Buenos Aires por capital .
Ser argentino significa tener un reconocimiento inefable que pareciera confirmar la noción borgeana de la Europa periférica.
La cotidianidad de los argentinos se enriquece de raro modo que no se da en otros países
La inteligencia individual vive preocupada por esquivar la realidad de una alarmante incapacidad de agregación a la inteligencia colectiva de la que seguro carecemos o al menos desconocemos poseer.
Vagos , chantas y atorrantes, por que no serlo si a ellos todo le perdonamos y festejamos
Curiosa Argentina ésta que le cree al chanta incluso cuando sabe que éste le miente
¿ O miente ésta al decir que cree ? ...

Volví a mi escocés, mientras el cantinero invita la vuelta a un par de parroquianos vencidos por la nostalgia de ya no ser lo que nunca fueron.
Recordé aquella imagen del espejo.
Esa que devuelve eso que no queremos ver pero que en definitiva somos , cada uno a nuestro modo .
Resistí , como pude la estocada que a tientas enfrentaba .
Esa que ofrece elegir entre obrar inteligentemente y actuar o fingir que se obra con inteligencia .
Por el viejo ventanal la noche invitaba al desvelo.
Decidí salir y lo hice en busca de aquellos pechos que conmovieron mis sentidos y esta vez si, aunque sabía que de mi ni un solo verbo sincero había salido , esta vez si consintió con sus ojos de mar embravecidos